LAH ILAHA ILLAH ALLAH MUHAMAD RASURULLAH

ASSALAM ALEIKUM WA RAHAMATULLAH WA BARAKATUHU


Bismillah ya rahmani ya rahim
Os doy la bienvenida al blog EL ISLAM = LA VERDAD
que Allah subhana wa ta'ala , os guíe siempre en el buen camino....
siguiendo El Coran y la sunna autentica del proteta muhamad sallaho allahi wa sallam.

Que la paz y las bendiciones de allah subhana wa ta'ala sea con todos ustedes .....

jueves, 8 de diciembre de 2011

EL LIBRO DE LA REVELACIÓN




Como se inició la revelación al Mensajero de Dios (P y B).



1. Omar Ibn Al Jattab dijo: Oí al Mensajero de Dios (P y B) decir: “Las obras son según
las intenciones y cada persona será recompensada según su intención. Así pues; quien
haya emigrado por algún beneficio mundanal o por casarse con una mujer, su
emigración será para lo que él quiso”




Explicación: El Profeta (P y B) dijo esto porque alguien había emigrado de
Makka a Medina no por causa del Islam sino por casarse con una mujer que estipuló
que debía emigrar para poder casarse con ella. Sin embargo, el texto del hadiz es
general en el siguiente contexto: la persona es recompensada por sus verdaderas
intenciones y no por sus obras, que pueden ser en sí buenas siendo motivadas por
intenciones malignas.




2. Aisha relató que Al Hariz Ibn Hisham preguntó: ¡Oh Mensajero de Dios! ¿Cómo te
llega la revelación divina? Y el Mensajero de Dios (P y B) respondió: “A veces la
revelación me llega como el tintineo de una campana y esta es la forma más dura de
revelación. Este estado termina cuando he asimilado la revelación. Otras veces el
ángel viene a mí con forma humana y yo asimilo todo lo que me dice”. Aisha añadió:
En verdad, le he visto recibiendo la revelación y noté que, en un día muy frío, corría el
sudor por su frente después de terminar la revelación.




3. Aisha, Madre de los creyentes, relató: Al principio, la Revelación divina se
manifestaba en el Mensajero de Dios (P y B) en forma de sueños piadosos y veraces
mientras dormía. Estos sueños le llegaban como la brillante luz del día y se le inspiró
el amor al retiro y al asilamiento. Solía recluirse en la cueva de Hirá y adorar al Dios
Único durante varias noches antes de volver con su familia. Solía llevar con él su
sustento para cada retiro y volvía con su esposa Jadiya para abastecerse nuevamente.




Así lo hizo hasta que le llegó la Verdad en la cueva de Hirá: al Ángel llegó a él y le
dijo: ¡Lee! Y él respondió: “No sé leer”. El Profeta (P y B) relató: “Luego me sujetó con
fuerza y me apretó tan fuerte que pensé no poder resistir más. Luego me soltó y me
dijo que lea. Yo repliqué: No sé leer. Entonces me sujetó nuevamente y me apretó tan
fuerte que pensé no poder resistirlo más. Luego me soltó y me pidió nuevamente que
lea. Respondí: No sé leer. Entonces, me sujetó por tercera vez y al soltarme me dijo:
¡Lee! En el nombre de tu Señor que todo lo creó. Creó al hombre de algo que
pende. ¡Lee! Tu Señor es el más generoso. (Sagrado Corán 96:1- 3)
.” El
Mensajero de Dios (P y B) retronó con su corazón latiendo aceleradamente. Al llegar y
ver a Jadiya Bint Juwaylid le dijo: “¡Temo que me suceda algo!” Jadiya le respondió.
¡Claro que no! ¡Por Dios! Tu mantienes buenas relaciones con tus parientes, ayudas a
los pobres y miserables, atiendes generosamente a tus invitados y asistes a quien se
lo merece de entre los azotados por la desgracia.



Jadiya salió con Muhammad (P y B), se dirigieron a ver a Waraqa Ibn Nawfal
Ibn Asad Ibn Adb Al Uzza, quien durante la Yahiliya ( “Época de ignorancia” Estado de
los árabes antes del Islam) se hizo cristiano y solía escribir en hebreo. Escribió el
evangelio en hebreo tanto como Dios se lo permitió. Era ya un anciano y había
perdido la vista. Jadiya le dijo: ¡Primo! Escucha lo que te relatará tu sobrino. Waraqa
preguntó: ¿Qué has visto sobrino? Y el Mensajero de Dios (P y B) le describió todo lo
que había visto. Waraqa dijo: Este es el mismo Espiritu que Dios reveló a Moisés.
¡Cómo quiera ser joven aún y estar vivo cuando tu pueblo te expulse! El Mensajero De
Dios (P y B) le dijo: “¿Me expulsarán acaso?” Él asintió con la cabeza y dijo: Todos los
que se presentaron con lo mismo que tú traes fueron tratados con hostilidad. Si estoy
vivo hasta ese día, te apoyaré con todas mis fuerzas. Guacara murió unos días
después y la revelación también se detuvo por un tiempo.



4. Yabir Ibn Abdullah Al Dusari relató, mientras narraba sobre el período en que se
detuvo la Revelación, que el Profeta (P y B) dijo: “Mientras caminaba, escuché de
pronto una voz del cielo. Levanté mi vista y vi al mismo ángel que me visitó en la
cueva de Hirá sentado en un asiento entre el cielo y la tierra. Esto me asustó; volví a
mi casa y dije: ¡Arropadme! ¡Arropadme! Entonces Dios reveló los versos que dicen:
¡Tú, el envuelto en un manto! ¡Levántate y advierte! A tu Señor, ¡ensálzale!
Tu ropa ¡Purifícala! La abominación, ¡Huye de ella! (Sagrado Corán 74:1-5).
Luego de esto, la Revelación se hizo más fuerte y comenzó a presentarse en forma
frecuente y sucesiva”




5. Ibn Abbas explica las palabras de Dios ¡No muevas la lengua al recitarlo para
precipitarla! (Sagrado Corán 75:16)
Y dijo: El Mensajero de Dios (P y B) solía
soportar la Revelación con mucha tensión y dureza; solía mover sus labios
rápidamente (acompañándola). Ibn Abbas movió sus labios y dijo: Os estoy moviendo
los labios como lo hacía el Mensajero de Dios (P y B). Así que Dios reveló: ¡No
muevas la lengua al recitarlo para precipitarla! (Sagrado Corán 75:16).
Y,
cuando lo recitemos ¡sigue la recitación! Luego, a nosotros nos toca
explicarlo (Sagrado Corán 75:18-19).
Después de esto, el Mensajero de Dios (P y B)
solía escuchar a Yibril (el Arcángel Gabriel (P)) cuando venía y, después de que partía,
solía recitar como lo había recitado Yibril (p).




6. Ibn Abbas relató que el Mensajero de Dios (P y B) era la persona más generosa y
que solía llegar al máximo de su generosidad en el mes de Ramadán cuando Yibril (P)
li visitaba. Yibril (P) solía visitarlo todas las noches de Ramadán para enseñarle el
Corán. El Mensajero de Dios (P y B) era la persona más generosa, aún más generoso
que los bondadosos vientos que traen buenas nuevas (La lluvia) en su voluntad y
predisposición hacia el bien.



7. Ibn Abbas relató: Abu Sufyan Ibn Harb me contó que Heraclio lo mandó llamar
mientras él acompañaba una caravana de Quraysh. Eran mercaderes haciendo
negocios en las tierras de Sham, en la época cuando el Mensajero de Dios (P y B) hizo
una tregua con Abu Sufyan y los incrédulos de Quraish. Abu Sufyan y su gente se
encontraron con Heraclio en Jerusalén. Heraclio los llamó a su corte en presencia de
los mayores dignatarios bizantinos: luego pidió la presencia de su interprete, el cual
tradujo la pregunta de Heraclio así: ¿Quién de vosotros tiene el parentesco más
cercano con el hombre que se declara profeta? Abu Sufyan dijo: “Yo soy su pariente
más cercano” (de entre los presentes). Heraclio dijo: “Que se acerque a mí y que sus
compañeros se paren cerca y detrás de él”. Abu Sufyan añadió: “Heraclio dijo a su
interprete que diga a mis compañeros que él desea interrogarme acerca de aquel
hombre (El Profeta (P y B)) y que si mentía ellos debían corregirme. ¡Por Dios! Si no
fuese el temor a que mis compañeros me tachen de mentiroso, hubiese mentido
acerca de Muhammad (P y B). La primera pregunta que mi hizo sobre él fue: ¿Cómo
consideráis su origen?. Yo respondí: Es de buena familia. Luego me preguntó:
¿Alguien ha reclamado algo así antes (La Profecía)?. Respondí: No. Heraclio preguntó:
¿Le siguen los nobles o los humildes?. Le respondí: Le siguen los humildes. Dijo: ¿Y
estos aumentan o disminuyen?. Respondí: Aumentan. Luego preguntó: ¿alguno de sus
seguidores le ha abandonado y ha renunciado a su religión por descontento de la
misma?. Respondí: No. Dijo: ¿Lo habéis acusado de mentir antes de su reclamo (De la
Profecía)?. Respondí: No. Dijo: ¿Ha traicionado alguna vez su palabra?. Respondí: No.
Hicimos una tregua con él pero no sé que hará es ese tiempo. No encontré
oportunidad de decir algo en contra de Muhammad (P y B) excepto eso. Heraclio
preguntó: ¿Le habéis combatido?. Dije: Sí. Dijo: ¿Y cómo habéis salido del combate?.
Dije: Ha sido una guerra pareja; a veces triunfa él y a veces vosotros. Dijo: ¿Y que os
prescribe?. Respondí: Dice: Adorad sólo a Dios; no le atribuyáis copartícipes y dejad
de adorar le que adoraban vuestros padres. Y nos recomienda la oración, la
sinceridad, la castidad y el buen trato a los parientes. Entonces dijo al interprete: Dile:
Te pregunté por su origen y me dijiste que era noble entre vosotros. Así también, los
Enviados surgen entre los nobles de su pueblo. Te pregunté si alguien había
reclamado lo mismo que él antes y me dijiste que no. Si hubieras respondido que sí
habría pensado que no hace más que seguir el reclamo de alguien más. Te pregunté si
hubo entre sus ancestros algún rey y dijiste que no. Si hubieses dicho que sí habría
pensado que es un hombre buscando recuperar el reino de sus ancestros. Te pregunté
si lo habíais acusado de mentir antes de reclamar la profecía y dijiste que no; así es
que no pregunto cómo un hombre que no miente sobre otros hombres mentiría sobre
Dios.



Luego te pregunté si le siguen los ricos o los pobres; me dijiste que eran los pobres y,
de hecho, éstos son los que siempre siguen a los Enviados. Luego te pregunté si sus
seguidores van en aumento; me dijiste que sí. Así sucede con la verdadera fe hasta
que se completa. Te pregunté si alguno de sus seguidores reniega descontento de su
religión y dijiste que no. Pues así es con la fe cuando sus deleites invaden los
corazones. Te pregunté si es que traiciona y me dijiste que no, pues tampoco los
Enviados traicionan. Luego te pregunté que os prescribe y me dijiste que os ordena
que adoréis sólo a Dios y que no le atribuyáis copartícipes, que os prohíbe adorar
ídolos y que os ordena practicar la oración, la sinceridad y la castidad. Si es verdad lo
que dices pues pronto ocupará este lugar. Sabía que vendría, pero nunca pensé que
surgiría entre vosotros. Si estuviese seguro de tener que encontrarlo me apresuraría a
hacerlo y si lo encontrase lavaría sus pies. Luego pidió la carta del Mensajero de Dios
(P y B), que Dihya había entregado al Gobernador de Busra y éste a su vez entregó al
emperador para que la lea. Heraclio la leyó y contenía lo siguiente: En el nombre de
Dios el Clemente, el Misericordioso. De Muhammad, hijo de Abdullah y enviado de
Dios; a Heraclio, Gobernante de los bizantinos: La Paz sea con quien sigue la guía.
Dicho esto: Te invito al mensaje del Islam. Si te haces musulmán serás salvo y Dios te
duplicará la recompensa. Y si rechazas la invitación al Islam, cargarás con el pecado
de tus súbditos. Di: ¡Gente de la Escritura! Convengamos en una fórmula
aceptable a nosotros y a vosotros, según la cual no serviremos sino a Dios,
no le asociaremos nada y no tomaremos a nadie de entre nosotros como
Señor fuera de Dios. Y, si vuelven la espalda, decid: ¡Sed testigos de nuestra
sumisión! (Sagrado Corán 3:64).



Abu Sufyan añadió luego: Cuando terminó de leer la carta hubo gran tumor y voces en
la corte y se nos ordenó retirarnos. Luego dije a mis compañeros: El asunto del hijo de
Abi Kabsha, se ha hacho prominente. Hasta el emperador de los bizantinos le teme.
De allí en adelante supe que triunfaría hasta que Dios introdujo el Islam en mi
corazón.


Ibn Al Natur era gobernador de Jerusalén y Heraclio era el Gobernante de los
cristianos de Sham. Ibn Al Natur relató que, en cierta ocasión, cuando Heraclio
visitaba Jerusalén, amaneció bastante deprimido. Algunos de los obispos le
preguntaron el porqué de su depresión. Heraclio era un vidente y astrólogo;
respondió: “cuando observé las estrellas anoche vi que los que practican la
circuncisión habían triunfado” y preguntó: ¿Quiénes practican la circuncisión? La gente
le dijo: “Nadie practica la circuncisión excepto los judíos y no debes preocuparte de
ellos; ¡Emite una orden para que se mate a todos los judíos presentes en el país!
Mientras discutían estos temas, se presentó ante Heraclio un envidado del soberano
de Gassan para informarle sobre el Mensajero de Dios (P y B). Sabiendo esto, Heraclio
mandó que se conste si (el enviado) era circuncidado. La gente constató que sí había
sido circuncidado e informó a Heraclio. Este le preguntó entonces, sobre los árabes. El
enviado respondió: Ellos practican la circuncisión. Entonces Heraclio dijo: apareció el
soberano de esta nación. Heraclio escribió entonces a un conocido suyo en Roma que
era un sabio.



Luego partió hacía Hims (Ciudad en Siria). No pasó mucho tiempo allí hasta que le
llegó la respuesta de su amigo en Roma que coincidía con él en la aparición del
Profeta (P y B) y en su veracidad en la profecía. Heraclio reunió entonces a los
dignatarios bizantinos en su palacio de Hims. Cuando se reunieron, mandó que se
cierren todas las puertas del palacio y, levantándose, dijo: ¡Oh bizantinos! Si deseáis el
éxito, buscáis la guía correcta y queréis que vuestro imperio perdure: Jurad fidelidad a
este Profeta. La gente corrió hacia las puertas con la desesperación de los asnos
despavoridos, pero éstas estaban cerradas. Heraclio constató el odio que tenían el
Islam y perdió toda esperanza de que lo acepten; entonces dijo: hacedles volver a mí
y dijo: Mis palabras eran una simple prueba para constatar vuestra firmeza en el
cristianismo. Y lo he constatado. Esto les agradó y se prosternaron ante él. Y así
llegamos al final de la historia de Heraclio (En relación a la fe).


Sahih Al Bukhari

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